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Sociedad de San José – ONG

El 19 de junio de 1874, la Sra. Petrona Coronel de Lamarca, creó la Sociedad de San José, de la que fue elegida Presidente. Contó con la colaboración de 600 socias, preocupadas por los problemas sociales existentes en la ciudad de Bs. As. y sus alrededores, y a la vez decididas a prestar
ayuda para aliviarlos.
Nuestro país vivía entonces su proceso de organización nacional. En el enorme y rico territorio, aún despoblado, se iniciaba el arribo de inmigrantes europeos, empobrecidos, que venían soñando con un futuro mejor. Sin embargo, la falta de vivienda, la precariedad laboral, la inseguridad y la escasa propuesta educativa no ofrecía más que pobreza para muchos, dificultando el desarrollo social, especialmente a las mujeres y los niños.
Con su lema “Bien y Verdad” y con una visión de avanzada, la reciente Sociedad de San José formuló su Misión: promover la protección de la mujer y de sus hijos, como así también la educación.
En pos del objetivo muchas socias se dedicaron a la gestión, a la consecución de donaciones, y a su propia formación personal, consultando catedráticos destacados en temas sociales y educativos.
De esta manera implementaron en poco tiempo la valiosa acción solidaria que continuó en forma ininterrumpida.
El primer paso fue la creación de un hogar – escuela para niñas en Viedma, cedido posteriormente a la congregación salesiana.
En la ciudad de Buenos Aires se realizaron acciones de ayuda en cárceles y hospitales.
Se propuso luego la creación de hogares para mujeres viudas o solas, para quienes la vivienda y el trabajo eran entonces un bien inaccesible.
Con las donaciones obtenidas se abocaron a la creación de las primeras instituciones en las que muchas mujeres encontraron la oportunidad de vivir con sus hijos y de aprender oficios de producción textil, bordado, confección de ropa y lavandería, entre otros. Esto les permitía trabajar mientras sus hijos eran educados y atendidos en las escuelas incluidas en los hogares.

A comienzos del siglo XX funcionaban cinco hogares, cada uno de ellos instalados en excelentes edificios, los cuales incluyeron capillas o templos y estuvieron abiertos a la acción cultural, social y educativa de las comunidades barriales en las que se insertaron.
Nacieron así en la ciudad de Buenos Aires los hogares Ángela Dorrego de Ortiz Basualdo (1895), Josefa Coronel de Fernández (1910), Mercedes Dorrego (1915), Luis María Saavedra (1927); en Lanús el Hogar Sagrado Corazón (1939), y en Quilmes el Hogar Ambrosio Olmos (1940). Se fundó en el predio de Saavedra el colegio Compañía de María (1927), denominado Santa María de Nazareth desde 1984. En el Hogar del Sagrado Corazón se incorporó en 1942 un colegio del mismo nombre.
Varios años después se abrió un colegio de Nivel Inicial en el predio del Hogar Olmos. Los hogares del Sagrado Corazón y Olmos albergaron familias y matrimonios de personas mayores. Los hogares Fernández y Ortiz Basualdo fueron transformados en residencias para mujeres jóvenes, provenientes
de las provincias en busca de trabajo o estudio. Los Hogares Dorrego y Saavedra continúan ofreciendo vivienda a señoras mayores.
Los templos del Hogar Saavedra y del Sagrado Corazón fueron instaurados como parroquias.
En 1942 la Sociedad de San José proyectó la donación de un gran Calvario en la ciudad de Tandil. Con este motivo le fue cedido un cerro donde construirlo. El recorrido para la meditación religiosa incluyó el trazado de caminos, las 14 estaciones en las que se incluyeron grupos escultóricos, y una capilla. El conjunto culmina con un imponente crucifijo en piedra, realizado en Francia, de 22m.de altura.
Realizaron las esculturas José Fioravanti, José Berna y Antonio Sforza, entre otros. El Calvario se convirtió en un centro religioso y turístico destacado para la ciudad.